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así soltó a su cría muerta tras siete meses



El duelo materno en el reino animal puede ser tan profundo como en los humanos. Un ejemplo reciente lo protagonizó Natalia, una chimpancé del Bioparc de Valencia, que conmovió a muchos al aferrarse durante siete meses al cuerpo de su cría fallecida.

Desde marzo, la madre se aferró al cuerpo inerte de su bebé, un comportamiento que llamó la atención tanto de los cuidadores como de los visitantes. La chimpancé llevaba al pequeño cadáver a todas partes, negándose a separarse de él, a pesar del evidente deterioro del cuerpo.

Los cuidadores del parque, respetando el duelo de Natalia, decidieron no intervenir y dejaron que el proceso siguiera su curso natural. Su objetivo fue siempre preservar la relación entre el animal y sus cuidadores, evitando cualquier acción que pudiera ser percibida como intrusiva. Finalmente, después de siete largos meses, Natalia soltó el cadáver de su cría, marcando el final de un proceso de duelo.

Este comportamiento no es excepcional entre los chimpancés. En la subespecie pan troglodytes verus, es habitual que las madres mantengan el cuerpo de sus crías fallecidas durante un tiempo prolongado antes de aceptar la pérdida. Sin embargo, en un entorno como el Bioparc, este fenómeno generó una gran expectación, dado que ocurrió a la vista de miles de visitantes.

En el momento de la muerte, aunque las ubres de la madre tenían poco volumen, la cría seguía alimentándose bien y había mostrado un comportamiento normal hasta el día anterior. Sin embargo, murió por causas naturales. Los cuidadores intentaron intervenir, pero sus esfuerzos no fueron suficientes para salvar al pequeño. Afortunadamente, su otro bebé sobrevivió y se encuentra en buen estado.

Miguel Casares, director de Bioparc, comentó en mayo durante una entrevista con EFE que aquel comportamiento era normal entre las especies “inteligentes y muy sociables”.

Casares declaró que creía que “la madre” supo de inmediato que su hijo estaba muerto, y aún así decidió no separarse de él.

Los especialistas consideraron que esta fase fue importante en el duelo de la madre, ya que estaban muy preocupados porque cómo iba a reaccionar Natalia, ante la muerte de su cría, porque era el segundo bebé que perdía tras la muerte de sus otros pequeños en el 2018.



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