La regla número uno si uno quiere hacer un engaño y que no lo atrapen es no “hacer olas”. La segunda es no hablar sobre el Club de la pelea. Romper esa máxima lleva a que a uno lo descubran casi indefectiblemente. No hay más misterio. Sin embargo, no todos lo saben, al parecer.
Una mujer del Reino Unido es una de esas personas que o creen que esa norma básica no aplica a ellos; o no la conocen; o, sencillamente, se suponen impunes. Desde luego, eventualmente, la realidad enseña y se ocupa de poner todo en su lugar. Puede tardar más o menos, pero no falla.
A Sara Morris, de ella hablamos, le duró casi cuatro años el timo que había pergeñado. Y seguramente podría haber sido mucho más, o incluso para siempre, si mantenía un perfil bajo; pero en lugar de eso, decidió exponerse. Y por supuesto la descubrieron.
A la mujer, que tiene 49 años, le diagnosticaron esclerosis múltiple en 2005 pero hace cuatro años solicitó una subvención al Estado, denominada Personal Independence Payment (PIP) porque su cuadro se había agravado.
Morris argumentó ante las autoridades que tenía dificultades para salir de la bañera sin ayuda y que perdía el equilibrio hasta el punto en que no podía pararse delante de la cocina para preparar la comida.
Además, la mujer, que es de la ciudad de Stoke on Trent, manifestó que se sentía tan ansiosa al salir de casa que incluso un breve viaje a la farmacia la ponía nerviosa.
Todo era mentira pero aún así la mujer pudo salirse con la suya y se le concedió la subvención. Morris empezó a recibir más de 3.800 dólares en prestaciones al mes y lo hizo durante los últimos cuatro años, hasta que saltó la liebre.
La necesidad de mostrar todo en las redes
Fueron las redes sociales las que terminaron delatándola. O, mejor dicho, su ¿necesidad? de exponerse en ese universo virtual. Es que la mujer no tuvo mejor idea que publicar fotos que la mostraban corriendo maratones. Decenas de ellas. Más de 70 en los últimos 4 años.
Por alguna razón, Morris no sintió la necesidad de ocultar su pasión por corre a los más de 3 mil millones de usuarios de Facebook, a pesar de saber que había mentido sobre su condición física al Departamento de Obras y Pensiones (DWP, por sus siglas al inglés).
Apenas dos días antes de reclamar los beneficios del PIP en 2020, la madre de tres hijos publicó fotos de una competencia de carreras en la que participó y luego siguió con muchas otras fotos de ella misma participando en maratones. También era miembro registrada de Stone Master Marathoners.
“La acusada informó haber recibido ayuda en casi todos los aspectos de su vida”, dijeron los fiscales al tribunal luego de que Morris fuera descubierta y acusada de fraude al estado.
“Afirmó que tenía dificultades con el equilibrio y que le costaba mantenerse de pie y que necesitaba la supervisión de su familia. Dijo que necesitaba barras de apoyo en el baño y ayuda para vestirse. Algunos días, su estrés y ansiedad la obligaban a quedarse en casa. Agregó que usaba un bastón cuando se sentía cansada e inestable. La acusada exageró sus problemas durante todo el proceso de reclamación”, afirmaron los fiscales.
“Se obtuvo fotografías de la acusada y algunas publicaciones de Facebook tomadas por la propia Morris. Ha estado participando en maratones y carreras”, dijeron los fiscales. “El 5 de febrero de 2023, participó en una carrera de ocho kilómetros y se la vio correr sin ayuda y no mostró signos de problemas de equilibrio. El 11 de febrero se la vio corriendo con los Stone Master Marathoners y allí tampoco mostró signos de malestar”.
73 carreras y la cárcel
Los fiscales descubrieron gracias a su investigación que Sara Morris participó en al menos 73 carreras entre mayo de 2019 y diciembre de 2022. Sin embargo, el 11 de mayo de 2023 declaró que su esclerosis múltiple había empeorado y que sufría fatiga.
La mujer admitió “haber exagerado sus reclamaciones por discapacidad física”. Se declaró culpable de hacer una declaración falsa de manera deshonesta para obtener beneficios económicos.
No obstante, Morris, en su defensa, argumentó que correr era una de las formas en que intentaba controlar su esclerosis múltiple. Sin embargo, el juez no se creyó esa explicación.
“Dijiste mentiras sobre la gravedad de tu condición”, le dijo el magistrado Robert Smith a Morris. “Te dieron la tarifa para alguien que no puede caminar ni un metro. Se le otorga a personas en silla de ruedas o que no tienen piernas. Corrías y competías regularmente en eventos de carreras organizados. Este fue un fraude planificado, profesional y deliberado. Mentiste descaradamente y exageraste gravemente tu condición para recibir el pago”.
Finalmente, el juez sentenció a Morris a ocho meses de prisión y una multa que se calculará y se dará a conocer el 25 de noviembre próximo, cuando se llevará a cabo una audiencia.