Las personas fanáticas de las mandarinas aseguran que son capaces de consumirlas sin parar. La arista positiva de esta costumbre es que los beneficios de este cítrico son innegables. Aunque, al mismo tiempo, existen efectos adversos que no son tan tenidos en cuenta.
Sobre sus virtudes, los siguientes puntos son contundentes.
Son ricas en vitamina C
Como señala la Fundación del Corazón, este es uno de sus aportes más destacados. Ya que, además de contribuir a reforzar el sistema inmune, el texto citado señala que, en conjunto con las pectinas -otra de las sustancias presentes en esta fruta-, ayudan a eliminar del torrente sanguíneo algunos metales pesados como el plomo o el mercurio que se acumulan en el organismo.
Además, esta vitamina facilita la absorción del hierro durante la digestión. Por este motivo se recomienda ingerirlas después de los alimentos ricos en este mineral.
Producen sinefrina
El sitio Saúl nutri indica que se trata de un fitoquímico muy potente. Una de sus principales acciones, según el sitio de divulgación del Gobierno de México, está en frenar la producción del llamado colesterol malo. Lo cual es un indicador fundamental para la salud.
Regulan los niveles de insulina
La misma fuente también menciona que su consumo puede contribuir a regular los niveles de la hormona que cumple un papel fundamental para controlar el azúcar en sangre.
Mejoran la piel
Su aceite puro resulta muy útil para contribuir al crecimiento de nuevas células y tejidos.
Son excelentes aliadas para bajar de peso
Las características a favor que resalta la Fundación del Corazón: cuentan con un 85% de agua y menos de 35 calorías por cada unidad. Por otro lado, por su porcentaje de fibras resulta fundamental para aumentar la saciedad.
Por qué no consumir mandarinas en exceso
La contracara que muchas veces es pasada por alto es que al consumirlas en exceso podría tener efectos secundarios.
Las mandarinas pueden generar irritación en la vejiga Foto Shutterstock.Una de estas acciones no deseadas es que pueden afectar la vejiga. Sobre este punto, la doctora Clara Sánchez Guerrero detalla en la página de Roc Clinic que los compuestos ácidos propios de este tipo de alimentos es posible que irriten el revestimiento de este órgano del sistema urinario. Sobre todo, en aquellas personas con sensibilidad o predisposición a condiciones como la cistitis intersticial o con infecciones urinarias recurrentes.
El siguiente punto que señala la doctora es que pueden incrementar la acidez en la orina y esto es probable que produzca molestias y presión pélvica.
Además, por su alto contenido de agua, aumentan el volumen de las micciones. Esto no siempre es una ventaja. En algunas personas contribuye a a una inesperada deshidratación.
La conclusión de los nutricionistas: consumir esta fruta con moderación y en combinación con otro tipo de variedades. Una buena medida es restringirse a dos unidades por día, en especial en las personas con sensibilidad en el sistema urinario.
Vale destacar que esta información es orientativa y no sustituye un tratamiento médico. Además, para aprovechar sus beneficios, es importante que forme parte de un plan integral de alimentación. También hay que tener en cuenta que ante una situación especial de salud, la recomendación es consultar al profesional adecuado.