Hacer ejercicio regularmente es esencial para la salud humana, ya que mejora el equilibrio y la estabilidad corporal. Además, numerosos estudios científicos han demostrado que la actividad física reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y tiene un impacto positivo en la salud mental al disminuir el estrés, la ansiedad y la depresión leve, al tiempo que mejora la autoestima.
Las hormonas juegan un papel crucial en el equilibrio del cuerpo. Cualquier alteración hormonal puede generar efectos inesperados, como cambios de peso o fluctuaciones en el estado de ánimo. Entre estas, destaca el cortisol, comúnmente conocido como la hormona del estrés, cuya regulación es vital para mantener el bienestar general.
Qué es la hormona cortisol
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que regula la respuesta al estrés y afecta el metabolismo. Esta sustancia aumenta la energía y la presión arterial para ayudar al cuerpo a manejar situaciones estresantes.
También juega un papel clave en la regulación del metabolismo y la inflamación. Sin embargo, niveles elevados de cortisol durante períodos prolongados pueden llevar a problemas como insomnio, aumento de peso y riesgo cardiovascular. Mantener su equilibrio es fundamental para una buena salud.
Cuál es la relación entre cortisol y el ejercicio
Investigaciones científicas revelan que el cortisol está directamente relacionado con la práctica de ejercicio físico. Durante el ejercicio, el cuerpo libera cortisol como parte de un proceso natural que ayuda a manejar el estrés físico, optimizar el metabolismo y proporcionar energía adicional. Esta respuesta hormonal, lejos de ser perjudicial, es esencial para mejorar el rendimiento físico y facilitar la recuperación tras el esfuerzo.
No obstante, el impacto del ejercicio en los niveles de cortisol puede variar según la intensidad y la duración. Ejercicios de alta intensidad y de larga duración pueden elevar temporalmente los niveles de cortisol, mientras que el ejercicio moderado y regular tiende a mantenerlos en equilibrio.
Además, el ejercicio regular puede ayudar a reducir el estrés crónico y regular los niveles de cortisol a largo plazo, contribuyendo a una mejor salud mental y física. La investigación revela que, a mayor intensidad de la actividad física, mayor es la reducción en la respuesta al estrés.
Qué ejercicios hacer para reducir el estrés
La Clínica de Mayo, sugiere consultar a un médico antes de comenzar un programa de ejercicios, especialmente si no ejercitaste recientemente o si se tienen problemas de salud.
Recomiendan iniciar con caminatas antes de correr y seguir un plan gradual para evitar lesiones. Proponen al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de ejercicios intensos por semana, además de ejercicios de fortalecimiento muscular dos veces por semana.
Elegir una actividad que se disfrute, como caminar, correr o nadar, y mantener el ejercicio como parte de la rutina semanal, puede ser más efectivo. No es necesario inscribirse en un gimnasio; se puede ejercitar en casa o al aire libre.