Todos escuchamos hablar de la importancia de tomar, al menos, 2 litros de agua al día. Esto se debe a que la hidratación es fundamental para mantener el buen funcionamiento del cuerpo y prevenir problemas de salud.
Y si bien tomar agua es siempre importante, en lo días de mucho calor lo es aún más. El cuerpo usa el sudor para enfriarse y perder líquido a través del sudor puede deshidratar rápidamente a una persona si no repone lo que pierde. Sin suficiente agua, el cuerpo puede sobrecalentarse y llevar a un golpe de calor.
Además, el agua es esencial para el buen funcionamiento de diferentes procesos vitales como la circulación sanguínea, la digestión y la eliminación de toxinas a través de la orina y el sudor. La deshidratación afecta el flujo sanguíneo y la capacidad del corazón para bombear sangre eficientemente.
Por estos motivos, y muchos más, tener agua siempre fresca es esencial para afrontar los días de intenso calor. Y algo que muchos no saben es el sencillo truco para llevar siempre agua fría en el bolso sin usar termo. Aquí, revelamos el secreto.
Durante el calor, la pérdida de electrolitos (como sodio y potasio) a través del sudor puede generar diferentes síntomas como fatiga, dolores de cabeza, mareos y debilidad.
Lo ideal es no esperar a tener sed (la sed es una señal tardía de deshidratación) y contar siempre con una botella de agua fresca para hidratar al cuerpo. Más aún si se hace actividad física o se está expuesto al calor. Durante el verano se suda más, por lo que el cuerpo necesitará reponer los líquidos con más frecuencia.
Y la hidratación adecuada en días calurosos no solo mejora el bienestar inmediato, sino que también protege la salud a largo plazo. Por eso, si durante un día de intenso calor se va a salir de casa, lo correcto será asegurarse de contar con una botella de agua siempre fresca. Pero, ¿cómo hacerlo? Aquí el secreto:
Colocar la botella de forma horizontal es clave para que el agua se congele de lado y no en el fondo de la botella. De esta manera, nos aseguramos de que, al llenar la botella, toda el agua esté en contacto con la superficie congelada.
De esta siempre manera se podrá usar cualquier botella ligera, evitando el peso extra de un termo.
Para mejores resultados, usar botellas con aislamiento básico (doble pared) o envolver la botella en una tela aislante para retrasar el derretimiento del hielo.