La jardinería es mucho más que una simple actividad de cuidado de plantas, ya que tiene un impacto profundo en nuestra salud mental, ayudando a reducir estrés y mejorar el estado de ánimo. Existen, además, flores que adornan de manera especial y ayudan para tal fin. En este sentido, las trepadoras y aromáticas son icónicas.
Como se dijo, la jardinería incentiva el contacto con la naturaleza, la tierra y las plantas, que tiene un efecto calmante en nuestra mente. Obliga a concentrarnos en el presente, alejándonos de las preocupaciones y el estrés del día a día, por lo que aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor asociado con la felicidad y el bienestar.
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Además, mejora la atención plena al requerir que se esté presente en el momento, lo que fomenta eso y reduce la ansiedad. A esto hay que sumarle que tener flores en el balcón trae muchos beneficios también, como purificar el aire, atraer insectos polinizadores para el medio ambiente, y crea un espacio acogedor, entre otras.
Hay que tener en cuenta que la elección de las flores dependerá del clima de la ciudad, la orientación del balcón y las preferencias personales. Algunas opciones populares incluyen a las plantas que dan flores anuales (como petunias, geranios o begonias), las flores perennes (lavanda o verbena) y las trepadoras, el disparador de este texto.
Cómo cultivar rosas trepadoras en macetas para decorar tu balcón
Lo primero que tenés que elegir será la maceta y el sustrato (la tierra). Tené en cuenta que sea una suficientemente grande y profunda para que las raíces de la rosa tengan espacio para crecer. Las macetas de barro o cerámica son ideales, ya que permiten una buena ventilación y regulan la temperatura del suelo. En tanto, usá un sustrato específico para rosales, que sea rico en nutrientes.
A la hora de plantarla, llená la maceta con el sustrato hasta unos centímetros del borde, hacé un agujero en el centro y colocá la rosa con cuidado, asegurándote de que las raíces queden bien extendidas. Rellená y presiona suavemente alrededor de la planta. La mezcla debe tener parte de compost o fertilizante para asegurar una nutrición adecuada. Consultá con un especialista si tenés dudas al respecto.
Por último, regá la planta abundantemente después de plantarla. Por otro lado, tené en cuanta que la planta necesitará cuidados básicos antes de crecer por sí misma. Uno de ellos es colocar la maceta en un lugar soleado, pero protegido del viento, sobre todo si en tu balcón hay fuertes correntadas de viento. Las rosas trepadoras necesitan al menos cinco horas de sol al día para florecer.
Luego del primer riego, recordá regar las plantas regularmente, sin pasarte en la cantidad porque el sustrato debe estar húmedo y no mojado. La frecuencia dependerá de la temperatura y la humedad ambiental. También podés tener en cuenta el abono, al fertilizar el rosal. También tené en cuenta la poda de tu planta, para que crezca con más fuerza.
Por último, las rosas trepadoras necesitan un soporte adecuado para poder crecer, por lo que podés instalar una estructura como un enrejado o una malla metálica en el balcón, para que las rosas puedan enredarse. A medida que crezcan, podés podar y guiar los tallos jóvenes hacia el soporte, atándolos con hilo o cordón.