Sabemos del azul que es un color primario, que está catalogado entre los colores fríos y que poéticamente está relacionado con el mar y el cielo. Contra los colores que estimulan, el azul produce calma y está relacionado con personas reflexivas e introspectivas.
Y hay que saber que existe una corriente psicológica que se basa en el círculo cromático: la psicología del color. Uno de sus difusores es el psicólogo Jonathan García-allen, director de comunicación del portal barcelonés Psicología y Mente.
El profesional comenta que este campo de estudio analiza cómo percibimos y nos comportamos ante los colores, qué emociones despiertan, cómo influyen en el estado mental y sus variantes en diferentes culturas. En definitiva, cómo influyen en nosotros los colores que nos rodean.
En su artículo el psicólogo cita un estudio de base biológica que afirma que el rojo, tanto en humanos como en animales, aumenta la frecuencia cardíaca, produce adrenalina, estimula el apetito y eleva el nivel de energía, excitación y entusiasmo.
Y, más allá de lo biológico, en el aspecto cultural también asociamos los colores a determinados conceptos porque los seres humanos somos muy visuales y percibimos más matices que la mayoría de los mamíferos.
El azul en nuestro vestuario, según la psicología
El azul es el color del cielo y del agua, representa la tranquilidad, la paz, la frescura, la inteligencia, la armonía, la calma, el equilibrio.
Es un color elegante, muy usado en logotipos que intentan trasmitir confianza y pureza.
El mundo de la moda estudia a fondo la teoría del color. Cómo vestimos y en qué ocasiones, cómo combinamos las prendas y con qué accesorios habla mucho de nuestro estilo, relacionado con la personalidad.
Así lo ve el portal Terra, que se centró en el azul para evaluar la personalidad de quienes eligen ese color cuando desean mostrarse especialmente en un evento, donde saben que van a ser observados por los demás.
El azul mostrará que nuestro estado de ánimo está en calma y que nos sentimos serenos en un mundo ruidoso y movido, pero fundamentalmente transmitirá pureza y confianza. Comparte estos rasgos con el blanco (limpieza, inocencia y madurez) pero también es tan elegante como el negro sin sumar la nota de luto que el negro conlleva.
En definitiva, el azul en la vestimenta comunica elegancia, equilibrio, confianza y calma.
Los colores y las emociones
La psicología del color trabaja la respuesta emocional de las personas ante la paleta cromática. En general, establece, los colores cálidos (rojo, amarillo, naranja) pueden generar reacciones positivas (entusiasmo) o negativas (hostilidad).
Mientras que los colores fríos (verde y azul) transmiten calma, pero también tristeza. Por eso es muy importante elegir bien los colores de nuestra ropa o las paredes de nuestra casa, y es algo que conocen bien los especialistas en marketing a la hora de diseñar un envase para sus productos.
Pongamos unos pocos ejemplos de lo que la psicología dice de los colores, al menos en Occidente.
- Blanco. Es pureza, inocencia, limpieza, paz, virtud. En las culturas orientales, en cambio, es muerte, alma que se va.
- Amarillo. Felicidad, riqueza, poder, abundancia, fuerza, acción. Entre las ondas negativas, comunica ira, envidia y traición.
- Rojo. Estímulo, pasión, fuerza, vitalidad, revolución, virilidad. También peligro, agresividad, sensaciones extremas.
- Verde. Juventud, esperanza, nueva vida, acción, naturaleza, relax, caminos abiertos, libertad.