El color de los océanos se debe al fitoplancton que absorbe y refleja diferentes longitudes de luz solar. O sea, al universo de organismos que viven y hacen a la vida de ese mundo marino. De esta manera, y para decirlo de manera muy simple, cuantas más algas haya en el mar, más verdosa será su mancha cromática. A menos algas, el tono será más azulado.
Como el agua, por supuesto, carece de color, existe otra explicación, desde la física. El ojo humano tiene células capaces de detectar radiaciones de una longitud de onda que se corresponde con los colores del arcoíris.
Mirá también
Qué pasaría con la temperatura global de la Tierra si no existiera la atmósfera
En este sentido, las moléculas de agua absorben mejor la luz de longitudes mayores (rojo, naranja, amarillo y verde). Entonces, como la luz azul tiene menos probabilidades de ser absorbida llega a mayores profundidades y por eso le da su color al océano.
En los últimos años, gracias a las imágenes satelitales, los científicos comprobaron que uno de los océanos está cambiando de color.
Cuál es el océano que está cambiando de color y qué consecuencias tendría, según los especialistas

Se trata del Océano Glacial Ártico, el más chico de los 5 océanos de la tierra, pero de igual importancia en el equilibrio del planeta puesto que rodea al Polo Norte nada menos.
Con 14.090.000 km cuadrados, el Océano Ártico se extiende al norte de Europa, Asia y América y toma contacto con el Océano Atlántico por el norte, recibiendo grandes masas de agua a través del Estrecho de Fram y el Mar de Barents. También se halla en contacto con el océano Pacífico a través del Estrecho de Bering, entre Rusia y Alaska.
Mirá también
Los costos medioambientales del cultivo de salmones en Chile

En dimensiones, al Océano Ártico le siguen en dimensiones el Océano Antártico, con 20.327.000 km cuadrados; el Océano Índico, con 73.556.000 km cuadrados; el Océano Atlántico, con 106.400.000 km cuadrados; y por último, el Océano Pacífico (el más grande de todos), con 200.7000.000 km cuadrados, según informa la creativa página web de conocimiento infantil del Gobierno de Entre Ríos.
Un estudio de las universidades de Colorado (Estados Unidos) y Manitoba (Canadá) publicado en Geophysical Research Letters agrega que “el Ártico se está calentando casi cuatro veces más rápido que el resto del planeta, lo que provoca cambios drásticos en la tierra, el océano y la atmósfera. Uno de los cambios más llamativos ha sido la transformación de un océano que antes estaba cubierto todo el año por hielo marino perenne a uno que ahora está dominado por hielo estacional”.

Como resultado de ello, se modifican las propiedades de la capa de hielo, como su espesor y la cantidad de nieve que se acumula.
“Estos cambios tienen implicaciones importantes para todo el ecosistema marino del Ártico, ya que su funcionamiento está impulsado en gran medida por la estacionalidad de la capa de hielo y sus propiedades físicas”, dice el estudio.
Ahora hay más luz para los microorganismos del océano

Entre los cambios que muestra el océano Ártico debido al calentamiento global, los investigadores admiten que “si bien aún se desconoce mucho sobre cómo están cambiando la biodiversidad y el funcionamiento del ecosistema, el hábitat actual del hielo marino se caracteriza por un adelgazamiento de la capa de nieve, lo que lleva a una mayor disponibilidad de luz para los microorganismos”.
Mirá también
Cuál es el animal más viejo del planeta, con más de 500 años de vida

Por último, “el verdadero desarrollo de una floración implica un crecimiento sostenido durante un período de tiempo que requiere no solo luz, sino también otras condiciones ambientales”.
El estudio explica que “a medida que el hielo marino del Ártico y la capa de nieve que lo recubre se hacen más finos, más luz penetra en el hielo y en la capa superior del océano, lo que modifica la fenología del crecimiento de las algas”.

En síntesis, mediante el satélite CryoSat-2, los investigadores exploraron cómo un cambio en la capa de nieve puede haber influido en los tiempos de floración de las algas durante las cuatro últimas décadas.
Entonces, como más luz ingresa al fondo del Ártico, las algas florecen antes y en mayor cantidad. Esto explica por qué, en un futuro, el océano sería más verde que azul.