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Cuáles son las diferencias entre una vida feliz, una significativa y una fructífera


La búsqueda de una vida plena ha sido un tema fascinante para filósofos, psicólogos y pensadores a lo largo del tiempo. Aunque no hay una única receta para alcanzarla, cada persona puede encontrar su propio camino hacia el bienestar y la satisfacción.

En el mundo de la psicología, se destacan principalmente dos formas de vivir una vida completa: la vida feliz y la vida significativa.

Sin embargo, Scott Barry Kaufman, psicólogo y científico cognitivo de la Universidad de Columbia, introduce una tercera dimensión que también merece nuestra atención: la vida fructífera o psicológicamente rica.

Para entender mejor cómo se diferencian y cómo se complementan, es fundamental explorar cada concepto en detalle.

A continuación, te contamos qué hace única a la vida feliz, cómo la vida significativa impulsa nuestro sentido de propósito y en qué consiste la riqueza psicológica de una vida fructífera, proporcionando una visión clara de cómo cada una puede enriquecer tu bienestar y satisfacción personal.

Cuáles son las diferencias entre una vida feliz, una significativa y una fructífera

La vida feliz, definida como bienestar hedónico, busca el placer y el disfrute personal./ Imagen: Conrad Maldivas Resort.
La vida feliz, definida como bienestar hedónico, busca el placer y el disfrute personal./ Imagen: Conrad Maldivas Resort.

Para poder apreciar cómo cada una de estas formas de vida contribuye a nuestro bienestar, es crucial entender en qué consisten. Cada enfoque tiene su propio impacto en nuestra vida diaria y en nuestra satisfacción general según describe el sitio Muy Interesante.

También conocida en términos psicológicos como bienestar hedónico, la vida feliz se enfoca en la búsqueda de placer, disfrute y emociones positivas. Las personas que persiguen este tipo de vida suelen priorizar experiencias que les brinden alegría y eviten el malestar.

Este enfoque busca una estabilidad personal basada en la satisfacción y el placer inmediato. Sin embargo, Kaufman advierte que este tipo de vida puede volverse monótono con el tiempo.

En un artículo para Scientific American, el experto menciona que una persona que tiene una vida estable, con familia y empleo, puede estar satisfecha en general, pero, a veces, experimentar aburrimiento y falta de estímulo.

Por otro lado, la vida significativa, o bienestar eudaimónico, se basa en encontrar propósito, vivir según valores profundos y contribuir a algo mayor que uno mismo.

La vida significativa vincula con valores profundos. Muchos ayudan a dar de comer a gente desamparada, como en Los Piletones de Margarita Barrientos. (Foto).La vida significativa vincula con valores profundos. Muchos ayudan a dar de comer a gente desamparada, como en Los Piletones de Margarita Barrientos. (Foto).

Aquellos que buscan una vida significativa se involucran en actividades que les otorgan un sentido de propósito y conexión con los demás, aunque estas actividades no siempre sean placenteras.

Este tipo de vida está orientado hacia la realización personal a través del servicio a los demás y el cumplimiento de principios éticos. Aunque puede ser profundamente gratificante, también puede ser exigente y desafiante.

En años recientes, Scott Barry Kaufman, psicólogo y científico cognitivo de la Universidad de Columbia, ha destacado la importancia de una tercera dimensión que ha sido menos explorada: la vida fructífera o psicológicamente rica.

Este concepto se refiere a una vida llena de compromiso mental complejo y una amplia gama de emociones intensas.

Según Kaufman, esta dimensión se caracteriza por la curiosidad, la exploración y la experimentación de experiencias diversas y sorprendentes.

El psicólogo Scott Barry Kaufman, científico cognitivo de la Universidad de Columbia, propone una vida fructífera, con la curiosidad y la experimentación como bandera.
  
El psicólogo Scott Barry Kaufman, científico cognitivo de la Universidad de Columbia, propone una vida fructífera, con la curiosidad y la experimentación como bandera.

“La vida psicológicamente rica está mucho más fuertemente correlacionada con la curiosidad, una amplia gama de emociones intensas, experiencias diversas, novedosas, sorprendentes e interesantes,” explica Kaufman.

Este tipo de vida se aleja de la monotonía y ofrece un continuo desafío intelectual y emocional.

Qué dicen los estudios

La época de los estudios es clave para la vida que llevaremos./ Alumnos de ingeniería en el laboratorio Mecatrónica de la Universidad Austral. La época de los estudios es clave para la vida que llevaremos./ Alumnos de ingeniería en el laboratorio Mecatrónica de la Universidad Austral.

Los estudios recientes, como el realizado por el psicólogo Shigehiro Oishi y sus colegas de la Universidad de Chicago, han investigado qué valoran las personas en sus vidas.

En un estudio de 2020, se preguntó a individuos de nueve países diferentes sobre sus preferencias entre una vida psicológicamente rica, una vida feliz y una vida significativa.

La mayoría de los participantes optó por la vida feliz o significativa, con un porcentaje menor prefiriendo una vida fructífera.

Sin embargo, cuando se preguntó indirectamente sobre lo que deseaban que hubiera sido su vida, muchos indicaron que valoraban más la intensidad y la variedad de experiencias que su cualidad positiva o negativa.

Este hallazgo resalta la importancia de la variedad y la intensidad en nuestras vidas. Kaufman utiliza el personaje de Goldmundo de la novela Narciso y Goldmundo, del autor Hermann Hesse, como ejemplo.

Goldmundo lleva una vida de vagabundo llena de experiencias diversas, sin riqueza económica pero con una riqueza de vida inmensa. Este ejemplo muestra que la verdadera riqueza de la vida no siempre está ligada a los logros materiales, sino a la profundidad y variedad de las experiencias vividas.

Los estudios del psicólogo Shigehiro Oishi y su equipo también encontraron que muchas personas creen que ciertos cambios en sus decisiones de vida podrían haber enriquecido su experiencia psicológica.

Por ejemplo, algunos lamentaron no haber explorado más opciones educativas o profesionales, sintiendo que se perdieron oportunidades valiosas.

“Creemos que tomarse en serio eso de enriquecer nuestra vida, profundizará, ampliará, y, sí, mejorará nuestra comprensión del bienestar,” afirman los investigadores.

Vida fructírera o psicologicamente rica. Juan Matías Gil, argentino, de Médicos Sin Fronteras. En el cuidado de los desembarcos ilegales en Europa./ Foto: MSF/Stefan Pejovic.Vida fructírera o psicologicamente rica. Juan Matías Gil, argentino, de Médicos Sin Fronteras. En el cuidado de los desembarcos ilegales en Europa./ Foto: MSF/Stefan Pejovic.

En definitiva, alcanzar una vida plena es un objetivo multifacético que implica encontrar metas y objetivos personales, establecer relaciones de calidad, y mantener un equilibrio saludable entre el tiempo libre y las responsabilidades. La plenitud no es un destino fijo, sino un proceso continuo de auto-descubrimiento y crecimiento.

Como concluye Kaufman, citando al filósofo alemán Friedrich Nietzsche: “Nadie puede construir el puente sobre el cual has de cruzar el río de la vida, nadie excepto tú mismo.”

Este viaje hacia una vida plena es único para cada persona, y la clave está en explorar y experimentar para encontrar lo que realmente nos enriquece.

“Creemos que tomarse en serio eso de enriquecer nuestra vida, profundizará, ampliará, y, sí, mejorará nuestra comprensión del bienestar”, remarcan los investigadores.



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