La vitamina D es un nutriente que el cuerpo necesita para fortalecer los huesos y mantenerlos saludables. Pero sus beneficios van más allá, y así lo demuestra una investigación reciente que la vincula con el colesterol y la presión arterial.
Según explican desde Mayo Clinic, las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras de la vitamina D contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales.
Además, no se encuentra naturalmente en muchos alimentos y el cuerpo también la genera cuando la luz solar directa convierte un químico en la piel en la forma activa, agregan en el sitio entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Pero dado que muchos adultos mayores no se exponen de forma regular al sol y tampoco consumen ciertos alimentos, aparecen problemas para la absorción.
Es por ello que siempre es importante consultar a un médico si se sospecha del déficit de vitamina D, para que puede comprobarlo con un simple análisis de sangre.
Cuándo hay que tomar suplementos de vitamina D
Una revisión sobre las investigaciones existentes sobre los beneficios de la suplementación con vitamina D ofrece una nueva visión de su valor para mantener la salud cardiometabólica.
Los autores del trabajo que difunde ScienceDirect encontraron que tomar una dosis media de 3320 Unidades Internacionales (UI) de vitamina D por día, unos 83 microgramos, se asociaba con varios beneficios cardiometabólicos significativos.
Entre ellos la presión arterial sistólica y diastólica, el colesterol general, la hemoglobina A1C (un marcador de diabetes tipo 2) y la glucosa e insulina en sangre en ayunas, añade.
Los investigadores de China y Estados Unidos examinaron los detalles de 99 ensayos controlados aleatorios que involucraron a 17.656 participantes y se llevaron a cabo entre poblaciones muy diversas en varios lugares del mundo.
De acuerdo a las conclusiones, surgieron algunos casos especiales relacionados con poblaciones específicas, explican en Medical News Today.
De este modo los científicos hallaron que los suplementos de vitamina D proporcionaban el mayor beneficio a los no occidentales, a las personas con niveles más bajos de vitamina D circulante en la sangre, a las personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) inferior a 30 y a las personas de 50 años o más.
“Varias fuentes principales de heterogeneidad en estudios anteriores que llevaron a hallazgos contradictorios”, analiza Simin Liu, profesor de epidemiología, cirugía y medicina en la Universidad de Brown, Providence, Estados Unidos.
Y justifica que relacionaban la suplementación con “factores de riesgo cardiometabólico como antecedentes etnoculturales, edad, peso corporal y los niveles”.
Así fue que consideraron confiable el indicador del suministro total de vitamina D del cuerpo, incluida la producida naturalmente a partir de la piel y de los suplementos dietéticos.
“Alcanzar niveles óptimos de vitamina D para la salud cardiometabólica requeriría una evaluación cuidadosa de los antecedentes”, cerró Liu.
Cuánta vitamina D necesito
La cantidad de vitamina D necesaria cada día depende de la edad, especifican en MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Por caso, recomiendan en unidades internacionales (IU por sus siglas en inglés) las siguientes:
- Del nacimiento a los 12 meses: 400 IU
- Niños de 1 a 13 años: 600 IU
- Adolescentes de 14 a 18 años: 600 IU
- Adultos de 19 a 70 años: 600 IU
- Adultos de 71 años y más: 800 IU
- Personas embarazadas o amamantando: 600 IU
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Conocida como la vitamina del sol, la vitamina D actúa en los huesos, los músculos y el sistema nervioso.
Sin embargo, existen ciertas personas que pueden necesitar vitamina D extra como:
- Personas con tono de piel oscura
- Personas con enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca, y colitis ulcerativa
- Personas que tienen obesidad o se realizaron cirugía de bypass gástrico
Qué pasa si falta vitamina D en el cuerpo
La deficiencia de vitamina D puede deberse al área geográfica donde vivimos (el sur de Argentina tiene menores niveles de vitamina D), al factor estacional (el invierno, el frío y la lluvia disminuyen la radiación solar), a la contaminación ambiental o al hábito de estar muchas horas sin salir a la luz solar”, explican profesionales.
“Si bien descubrimos que la vitamina D2 y la vitamina D3 no tienen el mismo efecto sobre la actividad genética en los humanos, la falta de impacto que encontramos al observar la vitamina D2 significa que se requiere en forma urgente un estudio más amplio para aclarar las diferencias en los efectos”, aclaró la profesora Susan Lanham-New, coautora de un antiguo estudio y jefa del Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Surrey.
Sin embargo, amplió, “estos resultados muestran que la vitamina D3 debería ser la forma preferida para los alimentos y suplementos fortificados”.
En esa línea, la información de Medline Plus especifica que el déficit de la vitamina D genera los siguientes trastornos:
- Pérdida de densidad ósea. Lo cual aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas.
- Osteomalacia. Causa huesos débiles, dolor en los huesos y debilidad muscular.
- Presión arterial alta, de ahí la importancia en temas vinculados al corazón.
- Enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple