Las acusaciones de acoso sexual y desprestigio hechas por Blake Lively hacia Justin Baldoni, director y coprotagonista de “Romper el Círculo”, están recibiendo el apoyo de una nueva demanda que la ex-publicista de Baldoni presentó contra él y sus representantes este lunes. La actriz afirmó que Baldoni, Wayfarer (su estudio cinematográfico) y sus representantes de relaciones públicas tomaron represalias contra ella después de sus reclamos por mala conducta durante el rodaje del film de parte del actor.
A raíz de la demanda de Lively, Liz Plank, co-presentadora del pódcast de Baldoni, Man Enough (“Suficientemente Hombre”), anunció su renuncia del programa; Voices of Solidarity, una organización sin fines de lucro dedicada a empoderar a las mujeres, anuló el premio otorgado a Baldoni por “abogar en nombre de las mujeres y las niñas” a principios de mes ; y ahora, su ex-publicista, Stephanie Jones, afirmó que se vio obligada a dejar de representar a Baldoni y a su estudio cinematográfico ante la preocupación de que Lively hiciera público su comportamiento misógino y tóxico en el set y dañara la carrera y reputación del actor.
Sin embargo, en un comunicado inicial en respuesta a la demanda de Lively, el abogado de Baldoni, Bryan Freedman, dijo que las afirmaciones eran “completamente falsas, escandalosas e intencionadamente salaces”. También insinuó que los mensajes de texto citados en la demanda fueron “seleccionados a conveniencia” para hacer quedar mal a sus clientes y “arreglar” la reputación negativa de Lively, “consecuencia de sus propios comentarios y acciones durante la campaña de la película”, lo que permitió que internet generara sus propios puntos de vista y opiniones.
Los fanáticos comenzaron a criticar a Lively por su manera de promocionar la película a mediados de agosto, antes de que se desatara el drama entre ella y su coestrella. En las diversas entrevistas y actividades de prensa que fueron observadas públicamente, en tiempo real y sin editar, la actriz hablaba de su línea de cuidado del cabello, Blake Brown (que lanzó junto con el estreno de la película) o de su línea de bebidas, Betty Buzz, que creó en 2021.
También generó repercusión un clip promocional de la película publicado en las redes sociales en el que Lively dice: “‘Romper el Círculo’ ya está en los cines, así que reúne a tus amigos, ponte tu corona de flores y ven a verla”. Esto llevó a las audiencias a cuestionar la ligereza de sus comentarios y su falta de tacto ante su película que incluye un tema tan sensible. Sin embargo, Jones asegura que hubo una conspiración para perjudicarla y robarle sus clientes que tiene todo que ver con un esfuerzo de manipular la narrativa preexistente y empañar aún más la imagen de Blake Lively.
El 9 de agosto se estrenó “Romper el Círculo”, la adaptación cinematográfica de la exitosa novela de Colleen Hoover. Foto: Sony Entertainment. Su empresa, Jonesworks, habría sido la fuente de los mensajes de texto filtrados que se incluyeron en la demanda de Blake contra Justin. La demanda de Lively, de casi 80 páginas, incluye extractos de cientos de mensajes de texto y correos electrónicos que obtuvo mediante un requerimiento, mientras que la demanda de Jones revela que esos mensajes procedían de un teléfono de su empresa que pertenecía a una de sus ex-empleadas: Jennifer Abel, publicista de Baldoni.
En su demanda por difamación e incumplimiento de contrato, Jones alega que despidió a Abel en agosto después de enterarse que había “robado más de 70 documentos comerciales de propiedad y sensibles y clientes potenciales adicionales” de Jonesworks con intenciones de dejar la firma y comenzar su propia compañía de publicidad, llevándose a Baldoni y Wayfarer como clientes.
Se la acusa también de asociarse con Melissa Nathan, una experta en gestión de crisis que en el pasado representó a celebridades como Johnny Depp, para perjudicar la reputación de Jones y culparla de la campaña contra Lively; y con Jed Wallace, quien se autodenominaba “mercenario” y dirigió una estrategia digital que incluía potenciar las publicaciones en redes sociales que pudieran ayudar a su causa.
Entre los numerosos mensajes de texto extraídos del teléfono que Abel devolvió a Jonesworks tras ser despedida se pueden observar conversaciones entre ella y Nathan, alagando los esfuerzos de la experta y celebrando la exitosa narrativa potenciada por Wallace y su equipo que en ese entonces favorecía a Justin y enterraba a Blake.
Abel felicita a Nathan por su excelente trabajo luego de ver la ola de odio hacia Lively y la prensa positiva para su cliente, Baldoni. Foto: Redes sociales/X. Además se pueden ver los correos electrónicos en donde se hace referencia a la “manipulación social” y a la “publicación proactiva de los fans” junto con los mensajes de texto donde alaban los esfuerzos de Wallace por “impulsar” y “amplificar” el contenido en línea que favorecía a Baldoni o criticaba a Lively, y donde se alivian de haber “sobrevivido” tras haber confundido a las audiencias. “Es todo muy divertido, ahora que lo pienso.” dijo Nathan a Abel.
Abel y Nathan aliviadas tras haber “sobrevivido” el drama. Foto: Redes sociales/X. Puede que todo este drama sirva para llamar la atención de aquellos que todavía no vieron la película, pero también hay muchos que no pueden ignorar la falta de química entre los protagonistas y la ironía de este conflicto a la hora de ver una película cuyo enfoque principal es, entre otras cuestiones, la violencia de género. Lo cierto es que la reciente demanda contra el actor pinta un panorama muy diferente para ambos, ya que la nueva narrativa en la que ambos son víctimas no pareciera estar salvando a nadie.
Blake no solo no está recibiendo la empatía general de las audiencias, sino que también está siendo acusada de estar manipulando lo sucedido a su favor para vengarse de Justin. Las personas están ignorando por completo el hecho de que tanto su demanda como los mensajes de texto son públicos y la acusan de inventar y manipular evidencia. Muchos hasta siguen defendiendo a Baldoni por su activismo feminista a lo largo de los años y por su imagen de “hombre ideal”, mientras que Lively es aborrecida por su personalidad narcisista y actitudes engreídas.
Pero Baldoni, quien construyó su carrera alrededor del feminismo y la masculinidad tóxica para impulsar su marca (como la publicación de artículos, sus proyectos cinematográficos y su podcast) es fuertemente acusado de hipócrita y de practicar lo que muchos definieron como “masculinidad performativa”. La respuesta general del público, que no necesariamente está del lado de Lively, apunta a que dos cosas pueden ser ciertas al mismo tiempo: ella puede ser una “mala persona” y el puede ser un acosador sexual.