Una mala noche de sueño puede tener un impacto inmediato en cómo se enfrenta el día: podés estar más irritable, la concentración disminuye y todo parece ser un desafío mayor. De acuerdo con datos de la Sociedad Española de Neurología, un tercio de la población en ese país sufre problemas de sueño.
Aunque los efectos de no dormir bien son ampliamente conocidos, como la fatiga y el mal humor, cuando la falta de descanso se convierte en un patrón recurrente, las consecuencias pueden ser mucho más profundas, afectando la salud general y, en particular, la memoria.
Este riesgo se incrementa a medida que se supera los 50 años, un período en el que los efectos del sueño deficiente en la función cognitiva pueden volverse más pronunciados.
No dormir a partir de los 50 años: qué efectos trae en la memoria
Con el paso de los años, la memoria suele cambiar de manera natural. Los recuerdos se hacen menos intensos y, en muchos casos, solo quedan los más importantes. Por eso, cuidar la memoria se vuelve esencial, sobre todo después de los 50, cuando la falta de sueño puede afectar aún más la función cognitiva.
Un estudio reciente publicado en la revista Neurology y dirigido por la doctora Clémence Cavaillès, de la Universidad de California en San Francisco, demostró que una mala calidad del sueño en personas de mediana edad puede acelerar el envejecimiento cerebral.
El estudio usó escáneres cerebrales para observar cómo la falta de descanso puede “envejecer” el cerebro, mostrando que dormir mal puede incrementar la edad cerebral en hasta tres años. El análisis se centró en seis características del mal sueño: poca duración, mala calidad, dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes, levantarse temprano y somnolencia durante el día.
Según los resultados, los participantes con más de tres de estas características presentaron un envejecimiento cerebral de 2,6 años más que los que no tenían estos problemas.
La doctora Kristine Yaffe, coautora del estudio, destacó que es clave atender los problemas de sueño desde temprano para proteger la salud del cerebro y prevenir efectos negativos como la pérdida de memoria o el aumento del riesgo de demencia.
Consejos para mejorar el descanso
Muchos argentinos enfrentan problemas para dormir, ya sea para quedarse dormidos, mantenerse dormidos o conseguir un sueño profundo y reparador. Afortunadamente, existen algunos consejos prácticos que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño, aunque en ciertos casos lo más recomendable es consultar a un profesional.
Algunos de los consejos para lograr una buena noche de descanso incluyen:
- Establecer horarios regulares: acostarse y levantarse siempre a la misma hora ayuda a regular el ciclo de sueño.
- Evitar permanecer en la cama si no se puede dormir: si no te dormís en 15 minutos, es mejor levantarse y hacer una actividad relajante, como leer en otra habitación.
- Crear un ambiente adecuado: la habitación debe tener una temperatura cómoda, un colchón adecuado, y estar libre de ruidos y luces molestos. Evitá el uso de electrónicos o mirar el reloj, ya que ambos pueden interferir con el sueño.
- Prestar atención a la dieta: evitá cenas pesadas y alimentos que contengan cafeína, especialmente antes de dormir.
- Hacer ejercicio regularmente: realizar actividad física ayuda a conciliar el sueño más fácilmente, pero es importante no hacerlo justo antes de ir a la cama.
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