Ya pasaron casi dos años desde que Jorge Rial aseguró haber estado ocho minutos muerto, tras sufrir un fuerte infarto en Colombia. En ese sentido, ahora, el conductor reveló que tomó una decisión en caso de quedar en estado vegetativo.
Rial estuvo de invitado en La Divina Noche de Dante con Dante Gebel, en donde recordó aquel difícil momento y se animó a hablar del documento que firmó para dejarle a sus seres queridos.
“Yo no le tengo miedo a la muerte. Antes le tenía, pero ahora no. Más que a la muerte, le tengo miedo al sufrimiento”, comenzó diciendo Rial, acerca de cómo le cambió su perspectiva desde aquel antes y después en su vida.
Fue entonces que le contó al entrevistador: “Yo de hecho tengo firmado un papel hace muchos años que, si llego a estar en un momento donde quedo en estado vegetativo, ya lo tengo firmado para que nadie alrededor mío tenga la responsabilidad ni la culpa”.
Es decir, Jorge dejó asentado en papel que si aquella situación llegara a ocurrir, sus familiares y personas cercanas no deberían prolongar su vida artificialmente, sino desconectarlo y dejarlo morir para no extender ni su sufrimiento ni el de ellos.
“La vida es un bien muy preciado, hay que cuidarlo mucho y hay que estar más cerca de la gente”, agregó el conductor.
En ese contexto, Gebel le consultó si, desde el episodio que vivió en Bogotá, sentía que algo había cambiado en su vida, a lo que Rial respondió: “Le pongo prólogo a todo. Todas mis decisiones tienen una explicación, un momento de meditación. Yo ya era de decir ‘dejame pensarlo’, y ahora es ‘aguantá’. Me tomo mis tiempos, porque lo más importante es vivir”.
“El laburo dejó de ser importante, es un complemento que me hace feliz. Mientras me haga feliz, está muy bien. Me voy de los lugares donde no estoy bien. Antes por ahí me quedaba un poco más, tratando de cambiarlo, pero ahora ya no. Si no me hace feliz, me voy”, cerró.
Jorge Rial recordó los ocho minutos que estuvo muerto en Colombia
En la misma entrevista, Jorge Rial también habló de los 8 minutos que estuvo muerto en abril de 2023, durante su viaje por Bogotá, Colombia. “Tengo un año y medio, soy un bebé. Ocho minutos estuve muerto”, comenzó diciendo el conductor.
“Omar fue el enfermero colombiano que, cuando ya habían hecho todo, se subió arriba mío y no me dejó ir. Es mi ángel, me rescató. Pero, fueron ocho minutos, técnicamente estuve muerto ocho minutos”, agregó.
Y siguió: “Muchos creían que exageraba, por eso no hablé nunca de esto, porque en realidad todavía no sé qué fue lo que pasó y, sobre todo, no sé por qué pasó. O sea, lo que pasó sé: se me paró el corazón. Yo estaba en Colombia, en Bogotá y cuando me despierto, tenía el famoso dolor pata de elefante que es específicamente eso. Es una presión en el pecho que en mi vida sentí, entonces me fui a dar una ducha y como el dolor seguía, la desperté a María que es colombiana, entonces le dije que me sentía mal”.
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Jorge Rial recordó los ocho minutos que estuvo muerto en Colombia
“Les conté lo que me pasaba y ahí los tipos se dieron cuenta que algo me estaba pasando, así que me ofrecieron o una ambulancia o irme por mis medios. Yo pedí ambulancia, pero después me di cuenta que no era, así que le pedí a Mariana que nos fuéramos porque me sentía muy mal. Al ser ella colombiana, me dijo que vayamos al Sanatorio del Country. Me hacen un electrocardiograma que da bien, pero les dije ‘esperemos las encimas’. Efectivamente, a la media hora, vuelve el médico totalmente pálido y me dijo: ‘estás transitando un infarto’. Pero no me intranquilicé”, sumó.
Fue entonces que agregó: “Ya no sentía la presión en el pecho yo, yo ya estaba para irme. Y ahí hablo con María, le digo que se comunique con mis hijas por las dudas y con el médico de todos. Pero no pensando que iba a pasar algo, por las dudas, para contarle, para que hablen los médicos. Y cuando me están llevando a hacerme otro electro, me llevan a terapia intensiva y ahí me morí. Vi la luz blanca“.
“Lo último que me acuerdo es que me estaban pegando para hacerme el electro y de golpe vi un túnel cuadrado blanco, muy blanco, una luz más blanca. Pero lo que más me llamó la atención fue el calorcito que sentía, un calor hermoso. Tenía 0 miedo, es más yo me vi las manos y eran mis manos porque estaba con las tatuajes que se estaban yendo hacia la luz. Fue el momento más placentero de mi vida. Yo me quería ir para ahí, si yo estaba bien. Solamente vi mis manos y, de golpe, mis manos se estaban yendo, porque yo estaba bien, me quería ir, sentí que me tironeaban y vi que mis manos desaparecían del cuadro”, siguió Rial.
Y cerró: “Ahí ya no sé si ese fue el momento que me desperté, ya no tengo consciencia de qué fue lo que pasó. Yo estuve casi seis o siete horas hasta que me desperté”.