El juez federal Daniel Rafecas decidió liberar al acusado del atentado del jueves pasado en La Rural, Alberto Santiago Soria, porque demostró que a la misma hora del envío del explosivo desde Barracas a la sede del predio en Palermo, se encontraba en otro lugar. Además, el juez le dictó la falta de mérito al hombre de 40 años, que había sido detenido el viernes en su domicilio.
“De acuerdo con los resultados de las más recientes medidas de prueba dispuestas durante el fin de semana, se pudo corroborar que Soria, de 40 años, tal como expuso el sábado pasado en su indagatoria ante el juez, entre las 10 y las 13 del día jueves, participó de una capacitación en un salón de eventos en el local denominado “Salguero Plaza”, en Barrio Norte, y por lo tanto, no sería quien entregó el paquete explosivo en la sede de Andreani Postal, en el barrio de Barracas”, sostiene el texto difundido desde el juzgado de Rafecas.
Luego, el comunicado informa que “la detención provisoria de Soria se había basado en los movimientos de su tarjeta SUBE (que registra el lugar de ascenso, más no el descenso del pasajero”; en un análisis antropomórfico elaborado por los especialistas del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, que había dado resultado positivo (pero que evidentemente ello ha quedado descartado); y el hallazgo en su domicilio de una guía “T” en donde el detenido había inscripto a mano “La Rural” y su ubicación (al respecto, el detenido reconoció tales grafías, pero dijo que tenían más de diez años, tiempo en el que dejó de usar esa guía, y que dicha inscripción era un punto de referencia de la ciudad para agilizar la búsqueda…, por lo que se trataría nada que de una coincidencia con los hechos que se investigan”.
Finalmente, sin detenidos ahora en la causa, “a partir de estos reusltados, los investigadores continuarán con las tareas y medidas en curso para poder dar con el autor del cruento atentado”, cierra el comunicado difundido desde la Justicia a la prensa.
Los indicios que marcaban que no era Soria el autor del atentado
Tal como reveló Clarín en su nota del domingo, tanto en la Justicia, como en los gobiernos nacional y porteño había ciertas dudas respecto a la autoría del hecho de parte de Soria, que había sido detenido en la madrugada del sábado, en su casa en Flores, cuando se encontraba con su pareja y sus dos hijos.
En su declaración indagatoria, el acusado negó haber sido el autor de los hechos pero el magistrado lo dejó detenido a la espera del resultado de otras pruebas. En función de ese resultado, el juez tenía que decidir si lo procesaba, le dicta la falta de mérito o lo sobresee. Rafecas tenía diez días hábiles para tomar esa determinación, pero se anticipó y lo resolvió en el mediodía del lunes.
Si bien Soria en principio era el principal apuntado, fuentes ejecutivas mantuvieron incertidumbre en torno a si efectivamente fue él quien había enviado el paquete desde una librería de Barracas hasta Palermo, lo cual se terminó confirmando. No fue Soria quien mandó la bomba al presidente de La Rural, Nicolás Pino.
“No es parecida la imagen actual con la de quien realizó la amenaza en 2017”, comentaron en ese sentido, dando lugar a que pueda haber sido otra persona la que envió el paquete bomba, sobre todo teniendo en cuenta que el acusado declaró ser inocente.
Ese tipo de dudas que existen en la investigación, sobre todo para evitar frustrar pruebas a futuro, fue lo que motivó que el gobierno porteño suspendiera el sábado por la tarde una conferencia de prensa en la que el jefe de Gobierno Jorge Macri y el ministro de Seguridad Waldo Wolff iban a referirse al tema. La misma se iba a hacer en el Centro de Monitoreo Urbano, en Chacarita, a las 16.45. Luego se retrasó una hora y finalmente terminó suspendiéndose.