Frente a una cancha llena con más de 8.000 persona, Diego Schwartzman se despidió este lunes de su último US Open con lágrimas de emoción, inundado de los aplausos que recibió pese a la derrota ante el francés Gael Monfils en cuatro sets y que cerró su recorrido de once presencias en el cuadro principal del Abierto de los Estados Unidos.
“Se supone que no debo llorar, debo ser fuerte, pero son momentos muy especiales”, dijo sobre el vídeo que había preparado la organización con sus mejores momentos en Flushing Meadows, que luego se cristalizaron en un cuadro con un collage de fotos que se llevó entre sus manos.
“Es difícil hablar, soy alguien que llora mucho”, aclaró el argentino antes de tomar una pausa por las lágrimas, mientras desde las tribunas bajaba en coro el grito de “Diego, Diego”.
Schwartzman, que llegó a ocupar el número ocho del ránking mundial, se emocionó al dirigirse al público ubicado en la cancha Grandstand. “Jugué aquí 11 años seguidos, y lo hice bastante bien. Los hinchas latinos y americanos me cuidaron mucho estos años, no sé si lo merezco pero estoy muy agradecido“, completó, acompañado por su novia y su mamá en el box de equipo.
Schwartzman, que tiene previsto retirarse en febrero próximo en el ATP de Buenos Aires, se llevó el primer set por 6-7 (2) con un gran rendimiento ante Monfils, que hace diez días había vencido al español Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Cincinnati.
En esa primera manga, el argentino salvó dos pelotas de set de Monfils y luego dominó por completo el tiebreak. El ‘Peque’, sin embargo, se fue quedando sin nafta hasta ceder los siguientes parciales por 6-2, 6-2 y 6-1 al término de dos horas y 42 minutos de juego.
El porteño, de 32 años, pudo despedirse de sus fanáticos en Nueva York gracias a superar los tres partidos de la qualy, después de quedar fuera del cuadro principal de los anteriores tres Grand Slams del año.
Schwartzman fue durante años la mejor raqueta de Argentina en el circuito profesional ATP, pero en las últimas temporadas vivió un bajón de juego que lo desplomó hasta su 244º puesto actual.
Los cuartos de final de 2017 y 2019 fueron los mejores resultados en Nueva York del argentino, que en su carrera conquistó cuatro títulos de la ATP.