La menta está presente en numerosos productos refrescantes y también es el ingrediente estrella del té recomendado para mejorar distintas molestias.
Sobre esta hierba tan universal como valiosa, el sitio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España indica que se trata de una especie originaria de Europa, Asia y África y que fue utilizada por las grandes civilizaciones con distintos fines.
Algunos ejemplos: en Egipto, era colocada en la tumba de los faraones; los griegos la consumían por sus efectos afrodisíacos; y los árabes bebían este té para aumentar sus defensas.
Ahora, siguiendo la misma fuente, se sabe que sus hojas contienen un aceite esencial cuyo compuesto principal es el mentol, que brinda la fragancia característica y sus beneficios.
¿Cuáles son sus propiedades? Es antiespasmódico, calmante, antiinflamatorio y antiséptico.
Si se busca aprovechar estos beneficios, lo ideal es preparar una infusión natural. Para ello, se necesitan un puñado de hojas de la planta, que sean aptas para el consumo humano, y agua potable.
Otra alternativa depurativa y refrigerante es el agua de menta con limón.
De acuerdo a una nota del sitio La Semana, lo adecuado es beber un vaso por día. Ya que en cantidades más altas puede estropear el esmalte dental o favorecer las náuseas. Tampoco se recomienda en ayunas.
Las hojas, además, pueden utilizarse, picadas bien finitas, en ensaladas verdes o de frutas, sopas o cremas de verduras.
Vale aclarar que estas sugerencias son orientativas y no suplantan las indicaciones o el tratamiento médico. Ante una situación puntual de salud, lo mejor será consultar con el profesional adecuado.