Cada vez más alimentos son valorados por sus beneficios para la salud por quienes han redescubierto el poder curativo de la naturaleza, conocido, por cierto, desde hace siglos por numerosas culturas.
De esta manera, quienes buscan alternativas naturales para cuidar su organismo han comenzado a incorporar ciertos alimentos a su dieta diaria que podrían ayudar a prevenir y hasta combatir enfermedades.
Una leguminosa que ha ganado relevancia en los últimos años es el fenogreco (Trigonella foenum-graecum), originaria de Asia y del sudeste de Europa.
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Sin embargo, es fundamental informarse bien sobre cualquier planta o suplemento dietario antes de consumirlo: no todas las personas reaccionan de la misma forma, y las recomendaciones generales pueden ser inapropiadas para casos individuales.
¿Qué es y quiénes pueden consumir fenogreco?
Las pequeñas semillas doradas del fenogreco contienen una serie de nutrientes y sustancias poderosas para la salud. Entre sus principales componentes, el sitio Mejor con Salud destaca sus proteínas, fibra, hierro, magnesio y una serie de compuestos bioactivos que le otorgan propiedades medicinales.
Estas semillas, además de ser una fuente rica en antioxidantes, contienen un tipo de fibra soluble que ayuda a mejorar la digestión y a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que las vuelve beneficiosas para las personas que padecen de diabetes tipo 2, indica el portal Semana.
Aunque los estudios científicos que lo documentan son escasos, uno de los usos más comunes del fenogreco es por su posible capacidad para estimular la producción de leche materna. Esta costumbre tiene varios siglos de historia y muchas madres han recurrido a la planta para mejorar la cantidad de leche que producen, especialmente durante las primeras semanas de lactancia.
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Un ensayo aleatorizado concluyó que la mezcla de fenogreco, jengibre y cúrcuma aumenta la producción de leche (49% en el volumen a las 2 semanas y 103% en la semana 4) en madres con lactancia exclusiva al mes de posparto.
La planta también ha sido empleada para tratar problemas digestivos, reducir la inflamación y mejorar la salud del corazón. Contiene saponinas, compuestos que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, y a mejorar la circulación sanguínea.
Algunas personas se preguntan si el fenogreco engorda. La respuesta es sorprendente: al ser rico en fibra, las semillas aumentan la sensación de saciedad y reducen el apetito, explica el sitio especializado Tua Saúde. Esto podría beneficiar a quienes realizan dietas para bajar de peso, siempre y cuando esté acompañado de otras medidas, como realizar ejercicio físico de manera regular.
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Sin embargo, aunque el fenogreco es seguro para la mayoría de las personas, no todos pueden consumirlo sin tomar precauciones. Las personas que tienen alergias a otras leguminosas, como los garbanzos o los cacahuetes, por ejemplo, deben ser especialmente cautelosas, advierte la Asociación Española de Esofagitis Eosinofílica.
Además, debido a sus propiedades hipoglucémicas del fenogreco, quienes toman medicamentos para reducir los niveles de azúcar en sangre deben consultar con su médico antes de consumir las semillas, porque estas podrían afectar los efectos de los remedios. La misma precaución corre para los suplementos dietarios.
También deberán tener cuidado las mujeres embarazadas, porque el consumo de fenogreco durante el embarazo solo debe realizarse bajo la supervisión de un médico, ya que podría estimular las contracciones uterinas.