Las semillas de ajenuz, o comino negro, han sido valoradas desde la antigüedad por sus propiedades medicinales y nutricionales. Originarias de Asia, fueron utilizadas por civilizaciones como la egipcia por sus beneficios para la salud y la belleza. Hoy, están volviendo a ser protagonistas, especialmente entre quienes buscan opciones naturales para cuidar su bienestar.
Estas semillas aportan antioxidantes, ácidos grasos y compuestos antiinflamatorios, ayudando a mejorar el sistema inmunológico, la digestión y la salud en general.
Incorporarlas en la dieta diaria es simple y efectivo: se pueden usar enteras, molidas o en aceite, aportando un toque único a tus comidas.
Sumarlas a tu alimentación no solo te permitirá disfrutar de sus beneficios, sino también reconectar con una tradición milenaria de cuidado natural y bienestar integral.
Provenientes de la flor del hinojo común, las semillas de ajenuz tienen un aroma sutil y un sabor intenso con matices especiados y notas de frutos secos. En la medicina ayurveda, sistema de medicina tradicional originario de la India, estas semillas son valoradas por sus propiedades curativas, utilizándose para tratar fiebre, tos, asma, diabetes e inflamaciones.
Aunque su aroma es discreto, el ajenuz añade un sabor especiado y un toque crujiente a ensaladas, sopas, currys y panes. Para aprovechar al máximo sus beneficios, es recomendable tostar y moler las semillas, liberando así sus aceites esenciales. Combinan perfectamente con especias como jengibre y canela, y su sabor, que recuerda a la pimienta negra con notas de nuez y orégano, las convierte en un complemento ideal para platos salados y ensaladas.
A continuación, te presentamos ocho propiedades destacadas de las semillas de ajenus según sitios especializados:
Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de hacer cambios en tu salud. Tener en cuenta que estas semillas son un complemento y no deben reemplazar ningún tratamiento médico.