A una semana de la tragedia aérea en Brasil que causó la muerte de 62 personas en el vuelo de VoePass, en el municipio de Vinhedo (San Pablo), autoridades que llevan a cabo la investigación deslizaron la hipótesis de que los pasajeros pudieron haber tenido consciencia al momento de estrellarse el avión, debido al estado de conservación en el que fueron encontradas las manos de la mayoría de los cadáveres.
“Observamos que varias víctimas estaban en posiciones que podrían indicar un intento de protección antes del impacto. Esto es distinto al accidente de TAM ( ocurrió en 2007 y fallecieron más de 180 tripulantes) donde el avión chocó un edificio mientras aterrizaba normalmente”, expuso este jueves el superintendente de la Policía Técnico-Científica Claudinei Salomão.
En la misma línea, en una conferencia de prensa a la cual hace referencia el medio O Globo, el funcionario completó su teoría: “Gran parte de las víctimas estaban con las manos preservadas y eso ayudó mucho a la identificación (de las huellas dactilares), incluso en los casos poco carbonizados. No sé si hubo una orden de la tripulación de que estaban en emergencia o si las personas lo percibieron debido a la caída acentuada”, indicó.
Por su parte, el Instituto Médico Legal (IML) de San Pablo confirmó este jueves que se logró identificar a las 62 víctimas del accidente y que 42 cuerpos fueron entregados a sus familias.
El proceso de registro de las víctimas contó con la participación de más de 40 médicos y especialistas en odontología legal, antropología y radiología. La mayoría de las identificaciones se realizaron a través del reconocimiento digital y, en algunos casos, mediante el análisis de historiales odontológicos proporcionados por las familias. No fue necesario realizar pruebas de ADN, según señaló O Globo.
En cuanto a la investigación, que sigue su curso, se conoció durante la jornada que la aeronave voló entre 8 y 10 minutos bajo una capa de hielo, según muestran imágenes satelitales, lo que refuerza la hipótesis de lo que en la jerga aeronáutica se conoce como “caída por engelamiento”.
Tras la extracción de información realizada por el Centro Brasileño de Investigación y Prevención de Accidentes de Aviación (Cenipa), se conoció que un minuto antes del accidente, el copiloto indicaba que era necesario “dar potencia” al vehículo ante la pérdida de altitud. Las dos horas de grabación recolectadas concluyeron con los gritos de los pasajeros y el estruendo por el impacto en el suelo..
La aeronave que se accidentó era un bimotor de modelo ATR-72-500 y cubría el trayecto entre la ciudad de Cascavel y San Pablo. La tragedia aconteció cuando le restaban 80 kilómetros para llegar a destino. La mayoría de las víctimas eran oriundas de Paraná, Brasil. También había tres venezolanos y una mujer con ciudadanía portuguesa.
Pese a caer en un área residencial, el vehículo se estrelló en los patios traseros de un conjunto de residencias sin afectar ninguna edificación ni dejar ninguna víctima en tierra.