En el tradicional cuento, la reina malvada, disfrazada de bruja, tentó a Blancanieves con una manzana envenenada. La fruta también está presente en la Biblia porque fue usada por la serpiente para, también, tentar a Eva y producir el pecado original.
La manzana también es bien conocida por ser una de las frutas consideradas más saludables ya que fortalece el sistema inmune, mejora la función cerebral, ayuda a solucionar problemas intestinales (diarrea o estreñimiento), protege de enfermedades cardiovasculares y también es efectiva contra la diabetes.
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Por ello, los médicos recomiendan comer manzanas con regularidad, desde la infancia hasta la vejez. Una manzana al día es la recomendación más conocida. Sin embargo, una pequeña parte de la fruta podría ser perjudicial.
En efecto, las semillas, o pepitas, son fuente de proteínas y poseen fibra u lípidos en su endospermo. Pero los expertos aconsejan evitar su consumo. No de las manzanas. Sino de las semillas o pepitas de las manzanas. Aquí, explicamos por qué.
¿Son realmente tóxicas las semillas de manzana? Lo que necesitas saber sobre su seguridad
El sitio Mejor con Salud cita una investigación publicada en la revista Nutrients que pone el foco en que las semillas contienen amigdalina que, al ser metabolizada por el organismo, se convierte en cianuro de hidrógeno (HCN).
“También hay que considerar que la amigdalina solo se obtiene al triturar o al masticar las semillas. Cuando se consumen enteras, pasan intactas a través del sistema digestivo, lo que no supone un riesgo” añade el sitio. Por ello, si alguien se traga las semillas de manera accidental, no correría peligro.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos afirman que las dosis de 1 a 2 mg/kg de cianuro resultan fatales en personas adultas que pesen unos 70 kg. En tanto, en pequeñas cantidades, el cianuro puede producir algunos daños a nivel cardíaco y cerebral.
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Como, en la mayoría de los casos, las semillas se trituran con la fruta para elaborar jugos y batidos es probable que liberen algo de amigdalina. Sin embargo, el riesgo de sufrir intoxicación es muy bajo.
Con cuidado, pero sin alarmarse
Un estudio de Food Chemistry encontró cantidades muy bajas de amigdalina en jugos de manzana puestos a la venta en distintos centros comerciales. Esto convierte a seguros a los jugos realizados en base a la fruta.
En el caso de comer la fruta fresca, de cualquier manera, los expertos desaconsejan comer las semillas de manzana y, también, de damascos, duraznos y cerezas, como medida de prevención. Por lo tanto, hay que tener cuidado con las semillas de varias frutas, no solo con las de manzana.
Como cada manzana contiene entre cinco y ocho semillas hace falta muchas frutas para sufrir una intoxicación por cianuro. Una persona adulta tendría que comer como mínimo 150 semillas para estar en situación de riesgo.
De esta manera, haría falta mucho más que comer una manzana para tentar a Blancanieves, como lo hizo la reina malvada.