Piola, la emblemática pizzería italiana, llegó a Buenos Aires en abril de 1993 directamente desde Treviso, Italia, sin escalas. Desde su apertura, este local revolucionó la escena gastronómica porteña, marcando un antes y un después en la forma de disfrutar la pizza en la ciudad.
Con más de 60 variedades y una fiel adhesión al auténtico estilo italiano, Piola se consolidó como un clásico indiscutible en el corazón de Retiro.
Los hermanos Dante y Stefano Carniato trajeron a Buenos Aires una propuesta innovadora basada en la tradición italiana. En su local de Libertad 1078, se ofreció por primera vez una pizza de masa fina, elaborada con ingredientes típicamente italianos y cocinada en un horno a leña, tal como se hace en las auténticas pizzerías de Italia.
Desde entonces, Piola mantiene su esencia y ofrece una experiencia gastronómica que se destaca por su calidad y por la variedad de sus pizzas, que van desde las clásicas como la Margherita hasta creaciones más audaces como la Siciliana.
Con más de 60 opciones de pizza en su menú, Piola se ganó el corazón de los porteños y visitantes. Algunas de sus opciones más populares incluyen:
Todas las pizzas son preparadas en su horno de piedra completamente a leña, lo que les otorga ese sabor característico que remonta a las calles de Italia. Además, las pizzas de Piola se pueden pedir en combinaciones de “mitad y mitad”, aunque debido a su naturaleza artesanal, algunas variedades no pueden ser combinadas.
El menú no solo se destaca por sus pizzas. Los clientes pueden disfrutar de postres típicos italianos, siendo el tiramisú casero uno de los favoritos de los clientes.
Piola está ubicada en Libertad 1078, en el barrio de Retiro.