Parecido a la vaina de una chaucha el edamame es un tipo de soja (Glicyne max) que se come como grano fresco, se cultiva de manera artesanal y es totalmente orgánico.
Este snack, ideal para acompañar un aperitivo o una cerveza, ganó popularidad con la edición argentina del programa de televisión Masterchef y su presentación en algunas ferias gastronómicas.
En la Argentina, por el momento, solo lo produce una empresa ubicada en la provincia de Santa Fe, una de las mayores productoras de soja del país.
Poco conocido todavía, el edamame tiene un enorme potencial, ya que nuestro país es uno de los principales productores de soja a nivel mundial.
Edamame: Todo lo que necesitas saber sobre este superalimento, desde su origen hasta cómo disfrutarlo
Según explica la página de Edagreen, la empresa encargada de su producción en el país, el edamame “es el nombre japonés de las vainas de soja inmaduras. Es una legumbre con propiedades nutritivas saludables y de muy buen sabor”.
Un artículo del diario español ABC indica que “el edamame no es más que soja recolectada todavía sin madurar en un 80%,, y lo que contiene dentro de la vaina, lo que se come, es ni más ni menos que un grano de soja”.
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La firma Edagreen, en tanto, agrega que “puede servirse como aperitivo o ser ingrediente de otras recetas más elaboradas”. Para convertirse en aperitivo hay que cortar los restos de los tallos y los extremos de cada vaina. Luego, hervir en agua salada unos minutos, escurrir y sazonar.
El edamame puede salarse o condimentarse con pimentón y ajo granulado; salsa de soja, vinagre de arroz y wasabi; queso parmesano, ralladura de limón y aceite de oliva virgen extra o salsa de yogur, jugo de limón y especias, entre otras opciones.
La empresa destaca sus propiedades beneficiosas para la salud. El edamame es una fuente de proteínas de mucha calidad (una taza puede aportar 18,4 g de proteína) y contiene carbohidratos complejos y fibra, que ayudan a regular el nivel de azúcar en la sangre y a mejorar la digestión (una taza contiene unos 13,8 g de carbohidratos y 8 g de fibra).
Por otra parte, aporta grasas saludables (ácidos grasos poliinsaturados, 8 g por taza), que contribuyen a la salud cardiovascular y cerebral. Además, es rico en vitaminas C y B3, y varios minerales (potasio, calcio, magnesio y hierro). Todos nutrientes que ayudan a prevenir la osteoporosis y la anemia.
En cuanto a sus propiedades antioxidantes, estas provienen de otros compuestos como las isoflavonas y las saponinas, que protegen del daño causado por radicales libres y que tienen efectos positivos sobre la regulación del colesterol “malo”, o LDL.
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El diario español asegura que también impide el crecimiento de las células que causan el cáncer de mama o de próstata, gracias a la isaflavona llamada genisteína. Su consumo, por otra parte, sería efectivo para prevenir el exceso de dehomocisteína y para asegurar la producción de dopamina, serotonina y norepinefrina, hormonas que regulan el estado de ánimo, el sueño y el apetito.
Por último, estos granos de soja constituyen una gran fuente de energía, comparable a las lentejas, los huevos o las espinacas. Sin embargo, a pesar de todos sus beneficios, no resulta aconsejable para quienes tienen problemas de tiroides.