El oso andino (Tremarctos ornatus) es el único oso que habita en Sudamérica en los Andes tropicales. También se lo conoce como oso de anteojos debido a las marcas claras que algunos ejemplares presentan alrededor de los ojos, dándoles la apariencia de llevar anteojos. Su presencia en la región es única, y su conservación es fundamental para mantener el equilibrio ecológico de las montañas andinas.
¿Dónde habita el oso andino?
El oso andino, o oso de anteojos, habita en la Cordillera de los Andes, siendo la única especie de este animal en Sudamérica. Se encuentra en las regiones tropicales de los Andes en países como Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina.
En Argentina, su presencia se extiende principalmente en áreas como las yungas de Salta. Este animal habita bosques montanos y zonas de vegetación densa, adaptándose tanto a la vida terrestre como arbórea.
¿Qué características tiene el oso andino?
El oso andino es un animal solitario y diurno que pasa la mayor parte de su tiempo en el suelo, aunque también puede trepar árboles para descansar o escapar de peligros.
Sus marcas alrededor de los ojos, únicas en cada individuo, ayuda a que los sean identificados fácilmente. Tienen un pelaje denso y oscuro en su cuerpo, pero su rostro es generalmente más claro.
Este oso no hiberna debido a las temperaturas moderadas de los Andes tropicales. Su dieta se compone principalmente de frutas, hojas, flores y cortezas, aunque también incluye algunos insectos y pequeños vertebrados.
¿Por qué el oso andino está en peligro de extinción?
El oso andino se encuentra en peligro de extinción debido a varias amenazas que afectan su supervivencia. Entre las principales se encuentran la deforestación, la caza ilegal y la expansión de la frontera agrícola, lo que ha provocado una drástica reducción de su hábitat natural.
La destrucción de los bosques y la fragmentación de su territorio dificultan el acceso a alimento y refugio, lo que pone en riesgo su población. Por esta razón, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) catalogó al oso andino como una especie en peligro de extinción.
El oso de anteojos juega un rol crucial en el equilibrio ecológico de los Andes tropicales, ya que contribuye a la dispersión de semillas y al mantenimiento de la biodiversidad.
La protección de esta especie es esencial para preservar la salud de los ecosistemas en los que habita. Con el fin de concientizar sobre su conservación, cada 21 de febrero se celebra el Día Internacional para la Protección de los Osos del Mundo, un recordatorio de la urgencia de proteger a esta especie y garantizar su futuro en su hábitat natural.