La unidad japonesa de la multinacional de comida rápida exigía hasta ahora que el color de cabello de los empleados fuera “natural”, una restricción que generó numerosas quejas entre los trabajadores y que llevó a la empresa a reconsiderar y revisar su política de apariencia.
La nueva política más flexible, introducida a modo de prueba en un establecimiento de Osaka (oeste de Japón), tuvo un impacto positivo inmediato, ya que en abril de este año se triplicaron las nuevas contrataciones en comparación con el año anterior, según datos anunciados por la empresa.
“Quería teñirme el pelo mientras aún era estudiante porque no podría hacerlo después de conseguir un trabajo”(…) “Estoy contento de poder seguir trabajando allí”, declaró uno de los trabajadores anónimos en el comunicado de McDonald’s Japón.
Las restricciones en el código de vestimenta y estilo de peinados son comunes en el país asiático. Por ejemplo, muchos centros educativos prohíben a los alumnos teñirse el pelo o llevar ciertos peinados, o hacen obligatorio el uso de uniformes bajo estrictos códigos.
Estas normas fueron objeto de escrutinio en las escuelas de Tokio en 2022, y desde entonces se permite una mayor variedad estética en los alumnos, un cambio de deriva que muchas empresas japonesas también han adoptado con sus trabajadores para adaptarse a la escasez de mano de obra debido al declive demográfico.
La cadena internacional de cafeterías Starbucks fue una de las empresas que comenzó a flexibilizar sus restricciones a la hora de captar nuevos empleados, un cambio en el código de vestimenta en agosto de 2021 que permitió a los trabajadores elegir su propio color de pelo y pantalones.
En noviembre de 2023, una de las mayores cadenas de ‘sushi’ en cinta transportadora del país, Sushiro, también flexibilizó sus normas para el personal de sus restaurantes, permitiendo el cambio de color de ojos (con lentes de contacto) y el cabello teñido, así como las pelucas y vello facial.